Oye, ¿pero qué te pasa?

Este es un post dedicado a aquellos hombres que se sienten perdidos cuando su pareja cambia de actitud de repente.

Sí, chicos, una vez al mes nos pasa, a todas. A unas más que a otras, pero todas nos ponemos insoportables.
Empieza por una pequeña pelea y termina por incluso una ruptura de pocas horas. Porque otra cosa no tenemos, pero al momento nos damos cuenta de lo cabezotas que somos.

Podemos ser las personas más felices del mundo por una caricia o llorar y maldecir todo porque no me has llamado hoy. Cuando estamos rondando "la regla" necesitamos mimos, abrazos, besos... Necesitamos que nos digan que nos quieren, hasta el perro.


Nos notarán con más ganas de sexo de lo normal, más traviesas. Pero no des un mal paso o me lleves la contraria porque te quedarás sin la noche loca que preveías.

Lloramos. La mayoría llora justo el día antes de empiece la menstruación. Nos envolvemos en una burbuja y nos infravaloramos. Ese día estamos feas hasta con el mejor vestido de gala, ese día pensamos que nadie nos quiere, que estamos solas en el mundo cruel.

Sin embargo, al día siguiente vamos al baño y nos damos cuenta de que todo lo había provocado "la puta regla".

No buscamos peleas, no queremos cortar, no nos sentimos infravaloradas, no estamos solas... pero así lo sentimos.
Contestaremos mal a todo dios, a nuestros padres, a nuestros amigos. Todo nos parece mal y discrepamos con mala leche.

Y es que es difícil de comprender hasta para mí. Pero el conjunto de hormonas que se elevan durante la menstruación, e incluso antes, hacen que tengamos estos cambios tan radicales.

Así que si ves que tu pareja se pone a llorar, abrázala. Y si ves que tiene un mal día y lo único que hace es tratarte mal, pelearse contigo, quiérela.
Mañana, seguro que se le pasa.

Una mezcla de sentimientos...