miércoles, 6 de abril de 2011

Una vida de soltera

Ahora mismo estoy sola.
Sola cuando hablamos de amor, de tener a alguien que se este preocupando por ti cada momento, sola cuando hablamos de tardes de domingo sin nadie con quien ir al cine y que te coja de la mano cuando pasean...
Pero no puedo decir que me sienta sola.

Mis padres... bueno, no se puede esperar todo de ellos cuando la confianza no es mutua, pero ahí están en cualquier momento.

Amig@s... para que si no? Tengo muchos amigos, considerados así, pero pocos mejores amigos.
Y después de las puñaladas que da la vida es difícil confiar en la gente.
Amigos de toda la vida, desde la guardería. Amigos del instituto, más cercanos y con los que he pasado mucho tiempo, momentos, experiencias, viajes, etc. Amigos de la universidad... aún conociéndolos.

Después están los amigos que conociste una vez, que no sabes si volverás a verlos pero si sabes que hay un alma gemela en el otro lado del planeta. De Méjico, de Madrid, de Polonia, de Sicilia... Sin embargo, dentro de este grupo están aquellos a los que si vuelves a ver, como si se parara el tiempo cuando no estamos juntos y volviera a correr el reloj cuando nos reencontramos.

Y por último los amigos que conoces no sabes ni por qué. Por un día en la playa, por una noche de carnaval, por una comparsa, por tardes de biblioteca... No siempre son estos los mejores amigos del mundo, pero alguno que otro puede dejar una pequeña huella.

Pero volviendo al tema. La soltería es algo pasajero, lo sé. Sólo que cuando estas en ella debes conocer a alguien nuevo, afrontarte a nuevas experiencias, a malas o a buenas. Pero nunca sabes lo que te espera.
A veces crees haber conocido a la persona con la que podrías compartir un momento de tu vida y cuando llegas a la cama te das cuenta de que no es oro todo lo que reluce.
Otras veces puedes descubrir que hay algo en él que no termina de convencerte, su personalidad, su corte de pelo o simplemente su vida.
Incluso hay veces en las que crees que puede ser tu persona ideal pero él no piensa lo mismo de ti.

En definitiva, claro que era mejor ver a esa misma persona todas las semanas, saber que calzoncillos llevaba o cual era su postura favorita... Pero si las cosas se acaban es porque tienen un final. Y si empiezan es porque algo ha de comenzar :)

P.D.: Lo guay es poder ir al Teide con quien quieras y cuando te apetezca!!!

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