miércoles, 21 de septiembre de 2011

Y ahora es cuando... LES CUENTO EL FINAL DE MI HISTORIA GRIEGA!!!

Aunque más de uno ya sabe como terminó todo, quiero escribirlo aquí.
Como les había contado, no volví a Medicina Forense, mis compañeras de prácticas me recogieron el certificado. Si si, lo que oyen, tengo un certificado que más que nada certifica que he estado un mes de prácticas en Grecia en Medicina Forense. Y lo más que he visto de Medicina Forense es el olor a... algo que habría por allí. Sólo sé que aquel despacho apestaba.

En cuanto a la compañía se fueron yendo uno a uno, yo era una de las últimas en irme y lo pasé bastante mal.
Primero se fue Sofía, mi compañera de habitación, natural de Málaga y con un salero que no se lo cree ni ella. Desde aquí le deseo todo lo mejor, este va a ser su último año en la carrera. Estoy segura de que será una gran ginecóloga con pantalones largos, zapatos cerrados y sin hablar ni reír en el hospital (ella sabe a que me refiero).

Durante la estancia en Thessaloniki no puedo decir que estuviera guardando el luto o algo así.
Conocí a dos chicos, es más, me fijé en dos griegos, para ser más exactos.
Uno de ellos era muy callado, feo, pero interesante. Lástima que se fue una semana antes que yo a hacer un máster a Alemania y ni siquiera fue capaz de saludarme en su despedida. Tal vez la culpa fue mía, quien sabe...

El otro era diferente, vaya que si lo era.
Al principio pensé que era un chico solitario, que no tenía muchos amigos allí... vamos, que me remonté en mi pasado. Sin embargo, aquel chico tenía otro problema, era arrogante y egoísta.
Una noche, mi vecino le invitó a una fiesta, fuimos a buscarlo, insistimos, pero nos dijo que estaba ocupado con trabajo.
Al siguiente día me comentó que para qué coño iba a ir él a la "fucking party".
En ese momento puse punto y final a mi intento de conocerle.

Mientras yo me fijaba en los dos personajes ahí estaba mi amiga de Valladolid que no perdía el tiempo. Creo que al final encontró a su yogurt griego, lástima que el vive en Alemania y ella en España. Hubiera sido una bonita historia de amor, volverán a verse otra vez algún día?

Entre tanto, la novela en Litohorou Street estaba servida. Los vecinos se liaban con mis compañeras de piso, turcos tenían que ser.
Yo mientras tanto me hice amiga de ellos, he de decir que los echo de menos, son personas estupendas, sin olvidar a mi amigo de la India.
Pero la verdad que tuvieron mala suerte, uno de ellos se volvió muy posesivo y al final terminó diciéndome que no entendía como la chica se había ido con el otro si era más feo que él. Será que no tenía abuela...
El otro intentó complacer a la chica en todo momento, pero se trataba de una alemana rarita, vaya que si era rarita. Primero nos dejó caer que se habían liado, luego le contó a su compañera de habitación que no había pasado nada y al final preguntándole al turco me dijo que de eso nada! Que había sido una noche loca en toda regla!
Nada, que la despedida tuvo final feliz pero porque las que estábamos viendo aquello desde fuera sabíamos que nada tenía sentido. Lo más bonito de todo es que creo que se van a volver a ver en unos días, ella va a Turquía.

Como ven, un auténtico culebrón. Y porque no les he contado ni la mitad...

No quiero despedir mi historia griega sin antes acordarme de mi crazy italian girl. Una chica de Génova que me hizo ver que aún teniendo 25 años y estando a punto de ser médico no hay por qué perder la juventud y las ganas de vivir. Beautiful, beautiful!!!

Punto y final a un viaje de verano de lo más antuiguo!


1 comentario:

  1. Pero cómo que aún teniendo 25?! será posible!!!

    Ya te lo recorderé cuando llegues a los 25 :-D

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