domingo, 20 de noviembre de 2011

Tú eliges

Hace tiempo que mi vida es muy aburrida, tan aburrida que hasta a mí, me aburre.
Un día te vez envuelta en dos caminos, de los cuales tienes que elegir uno. Es difícil, pero aunque quieras la felicidad, siempre vas a elegir aquel que te hace daño, el que es más complicado.
Parece que somos masoquistas, no podemos vivir tranquilos y felices,  buscaremos cualquier excusa para hacernos herirnos inconscientemente. Aunque esta es la manera de sentirnos realizados.
Yo elegí, para bien o para mal, pero elegí. Escogí el camino complicado, el que meses después me hizo sufrir. Creo que me equivoqué, pero en ese momento era lo que sentía.
No podía irme por el camino de la felicidad pensando en que podría pasar por el otro.
Piensas que las cosas pueden cambiar, pero al final, terminas perdiendo y dejando que esos dos caminos sigan sin ti.

Tiempo después te das cuenta que la elección no era fácil, que valió la pena escoger aquel camino, al menos por unos meses.
Sin embargo, ahora te ves sola, es eso lo que has escogido.

2 comentarios:

  1. Yo soy de los que piensa que cuando tomas una decisión con la información que tienes en ese momento probablemente sea acertada. Con la información que obtienes luego puedes pensar que te equivocaste. Pero eso no lo sabes de antemano...por lo tanto no debes sentirte culpable, sino aprender, porque nacemos con unos instintos pero vacíos de experiencias y conocimientos.
    Un abrazo

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  2. Para mí, lo primero sería saber si has cometido un error o no. Porque que un camino no sea fácil no quiere decir que sea erróneo.

    Como dice K424N con la información que obtienes luego puedes dilucidar si fue un error o no pero la pregunta clave es... "Si pudiese hablar con la Bea de entonces, ¿le diría que no escogiese ese camino?" ¿Si se pone en una balanza el resultado sale negativo?

    En cualquier caso, lo importante es aprender. No cometer los mismos errores en el futuro y, más importante aún, quedarnos con las cosas buenas de cada camino e intentar obviar las cosas negativas.

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